Abrir un blog es sencillo, sobre todo si sigues los pasos más básicos que comentamos en la charla sobre ello. En tres simples pasos puedes tener una puerta abierta a Internet y empezar a contar cosas. Pero, ¿y ahora qué cuento yo?
Si te has hecho esta pregunta es que no has hecho mucho caso a la primera razón por la que tener un blog, y esa es tener un objetivo. Tú no bajas a la calle sin motivos; no llamas a una persona a su teléfono sin razón alguna; no pones una cacerola al fuego sin saber qué narices vas a introducir en ella para comer. Pues en esto es lo mismo: no abrirás un blog si no tienes claro qué quieres conseguir de él.
Corremos un tupido velo sobre ese pequeño detalle de que no sabes qué hacer con esto, y vamos a suponer que sí que lo tienes claro. Sabes exactamente que quieres tu blog para
- mostrar al mundo algo que crees que solo tú sabes hacer
- vender un producto que has creado y que, sin duda, el mundo debe conocer
- contar verdades como puños, no puedes dejar la oportunidad de que al mundo se le pegue algo de lo bueno que hay en tí
Da igual. Lo importante es saber qué quieres de esta herramienta. Pero la verdad es que, aunque lo sepas y lo tengas meridianamente claro, el siguiente paso es dar contenido a ese maldito blog. No es fácil, es probable que en una primera fase seas todo intenciones y energía, y que seas capaz de mantener un ritmo demencial de actualizaciones, datos, textos sumamente ingeniosos, claves importantísimas.
Seguramente a los dos meses compruebes que esto está lejos de ser algo apetecible, y que te cuesta horrores escribir. La solución es fácil: no desesperes. No te obligues a publicar porque si. Mantén el objetivo en mente. Investiga sobre lo que quieres contar. Saca tiempo, pero si es imposible sacar tiempo, vuelve a no desesperarte. Y sobre todo no te obsesiones.
Sigue estos pequeños consejos si te quedas sin inspiración:
- repasa tu archivo. Es posible que encuentres temas que has comentado alguna vez, que puedan ser ampliados de alguna forma, o enfocados de diferente manera
- haz listas de posibles temas. No en el propio blog, sino en una libreta, un documento de Word, algo que mantengas a mano. Planificar un poco de contenidos ayuda a saber en todo momento qué contar
- si no obtienes feedback no desesperes, tu objetivo es contar cosas, pero no debe ser tu obsesión que mucha gente te haga comentarios
- lee. Lee más blogs similares, inspírate en otros que quizás no hablen de lo mismo que tú, pero que tengan objetivos parecidos (si vendes algo, fíjate en otros que vendan; si investigas o desarrollas un tema, fíjate en cómo hacen los demás, más conocidos probablemente)
La clave es participar en el juego de los blogs. Si hablas de tableros de ajedrez artesanales, probablemente no seas el único del mundo que lo hace, así que pasa a formar parte de la comunidad.
Foto | DraXus
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